Estoy
comenzando a leer el texto “Diarios del Vocho. Un viaje por América Latina”
escrito por el periodista belga Tom Dieusaert. Tom relata en este libro el
viaje que realizo desde el DF hasta Buenos Aires en un escarabajo. Este vehículo es conocido como Vocho
en México, de ahí el seudónimo al cual
alude el titulo. Las pocas páginas que llevo leídas me parecen muy
interesantes. Aquí cito unas líneas de la página 23, las cuales me llevaran a
investigar un poco sobre el maguey:
“El maguey es una planta verdiazul gigantesca, con hojas gomosas y
espinosas; parece una especie extraterrestre. Cuando la planta madura, empieza
a brotarle del centro un tallo con la forma de un espárrago gigante que crece varios
metros y apunta hacia el cielo. Luego
la flor se abre en varias extensiones leguminosas, como si fuera un helecho.
Mientras la flor crece y se desarrolla, las hojas de la penca se secan, se
encogen y se mueren.
El maguey es una planta sagrada para
los aztecas. Utilizaban las espinas para coser, la grasa para hacer jabón, las
hojas para hornear los guisos y la piel de las hojas como pergaminos. Los
sacerdotes extraían del corazón del maguey un líquido blanco y baboso, y lo
dejaban fermentar para hacer un brebaje alcohólico que bebían para
proporcionarse visiones. En la sociedad mexica era un privilegio de los curas
emborracharse con el pulque; al resto de los mortales que tocaran la cerveza
azteca le esperaba la horca”
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