lunes, 24 de agosto de 2015

Condicionamiento



“El condicionamiento clásico y el operante se basan en la experiencia directa y en el control de estímulos. El primero requiere que el sujeto sea expuesto a un estímulo condicionado y a uno incondicionado. Por su parte, el segundo requiere que la respuesta sea seguida de una consecuencia; no se da sin un reforzador o sin un estimulo punitivo. Algunos psicólogos insisten en que, como los elementos de estos tipos de aprendizaje pueden observarse y medirse, son el único tipo legítimo de aprendizaje susceptible de estudiarse científicamente. Otros psicólogos señalan que las actividades mentales, como la concentración, las expectativas, el pensamiento y la retención, son esenciales en el proceso de aprendizaje. Aprendemos a encontrar una dirección en un edificio o en un barrio, aprendemos qué debemos esperar en una situación dada, aprendemos conceptos abstractos y hasta lo relativo a situaciones en las que nunca antes nos habíamos encontrado. Estas clases de aprendizaje cognoscitivo no pueden observarse ni medirse en forma directa, pero pueden inferirse de la conducta; son, pues temas legítimos de la investigación científica. De hecho, gran parte de los trabajos recientes en el campo del aprendizaje se refieren a este tipo de aprendizaje: lo que sucede en nuestro interior cuando aprendemos.”*


*Pagina 174, libro Introducción a la Psicología de Charles G. Morris y Albert A. Maisto

lunes, 17 de agosto de 2015

Dos días, una noche


“Dos días, una noche” era una de esas películas que tenía ganas de ver hace varias semanas. Había leído buenas referencias de la película, de ahí mis ganas de ver el largometraje. Una de las críticas que leí fue realizada por Ana Josefa Silva, publicada en el diario El Mercurio. Unas líneas de esta crítica fueron las que mejor representan, en mi opinión, el mensaje que buscan transmitir los directores. Esas líneas son las siguientes: “En <Dos días, una noche> -que transcurre en la ciudad industrial de Liége, Bélgica- la crueldad que está a la base de la historia no tiene que ver ni con un hijo ni con un marido maltratador, sino que directamente con la vulnerabilidad de esos miles de seres humanos que son carne de estadística cuando se habla de empleo, producción, inmigración e ingreso per cápita. Esas personas a las que un error burocratico los puede dejar con un puntaje ridículamente alto en la Ficha de Protección Social (por un televisor demás), o un mal manejo de la economía ponerlos en la calle o de allegados.”  La película me hizo reflexionar y pensar sobre algunos temas como la dignidad humana, la fragilidad económica de la clase media y la empatía o la falta de esta entre pares. Es una película muy recomendable.










viernes, 7 de agosto de 2015

Los diarios del Vocho




Estoy comenzando a leer el texto “Diarios del Vocho. Un viaje por América Latina” escrito por el periodista belga Tom Dieusaert. Tom relata en este libro el viaje que realizo desde el DF hasta Buenos Aires en un escarabajo.            Este vehículo es conocido como Vocho en México, de ahí el seudónimo  al cual alude el titulo. Las pocas páginas que llevo leídas me parecen muy interesantes. Aquí cito unas líneas de la página 23, las cuales me llevaran a investigar un poco sobre el maguey:

“El maguey es una planta verdiazul gigantesca, con hojas gomosas y espinosas; parece una especie extraterrestre. Cuando la planta madura, empieza a brotarle del centro un tallo con la forma de un espárrago gigante que crece varios metros y apunta hacia el cielo.        Luego la flor se abre en varias extensiones leguminosas, como si fuera un helecho. Mientras la flor crece y se desarrolla, las hojas de la penca se secan, se encogen y se mueren.


            El maguey es una planta sagrada para los aztecas. Utilizaban las espinas para coser, la grasa para hacer jabón, las hojas para hornear los guisos y la piel de las hojas como pergaminos. Los sacerdotes extraían del corazón del maguey un líquido blanco y baboso, y lo dejaban fermentar para hacer un brebaje alcohólico que bebían para proporcionarse visiones. En la sociedad mexica era un privilegio de los curas emborracharse con el pulque; al resto de los mortales que tocaran la cerveza azteca le esperaba la horca”