Son las
7:30 y estoy en una cancha de fútbol pateando un balón. Trato de olvidarme de
aquellas cosas que amargaron mi día. Pienso en el próximo partido, el que
jugaremos el fin de semana. Puede ser
que la luz natural no me permita jugar mucho, pero esos 40 o 45 minutos que
puedo patear al arco me ayudan a eliminar las tensiones. Estoy solo, creo que
es mejor así. La soledad me ayuda a
pensar. La soledad siempre es una buena compañera cuando se necesita pensar. Hay
cosas que simplemente no importan…
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