En
muchas ocasiones escuchamos o leemos
cosas de las cuales dudamos de su credibilidad. Muchas veces se trasforman en
mitos, en otras solo alcanzan a ser comentarios. Durante el último tiempo he
escuchado cosas que me provocan desconcierto y una amplia gama de emociones.
Hace un tiempo escuche que a un tipo pasado de copas le introdujeron un
desodorante en el recto y lo dejaron a la deriva en su vehículo. Todos
conocemos lo que ocurrió con la palanca de cambios de un camión.
Durante los últimos años hay algunos casos crímenes
que han generado varias historias, las cuales no se puede conocer su real
origen. Hace unos meses se conoció el crimen de un recién nacido en una secta
de Colliguay, cuyo líder se hacía llamar “Antares de la Luz”, la cual termino
en la justicia. Antares se suicidó en el Cuzco y desconozco el fallo de la
justicia. Roberto José Martínez Vásquez, alias “El Tila”, cometió delitos de carácter
sexual el año 2002 y termino en la cárcel. Se suicidó en la cárcel. Luego se escribieron
libros y se hizo una obra de teatro con su historia. Podría nombras muchos crímenes
como el de Hans Pozo, Jorge Matute y un largo etcétera. En todos ellos hay una nebulosa y siguen
apareciendo nuevos antecedentes.
Muchas
veces no ponemos atención en lo que escuchamos. Pero siempre hay alguien
dispuesto a reescribir una historia…
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