miércoles, 31 de diciembre de 2014

Una aproximación a Ray Loriga





Hoy leí una entrevista a Ray Loriga publicada el 2 de noviembre del año 2008 en la sección Artes y Letras del diario El Mercurio.  Me pareció un autor interesante, del cual no tenía referencias de ningún tipo. Ray Loriga ha publicado textos como “Ya sólo habla de amor”, “Lo peor de todo” y “Héroes”. El autor habla en esta entrevista sobre cine y su identidad como autor, la cual se aborda como castellano y español. Los pasajes que me interesaron de mayor manera son los siguientes:  

¿Qué queda hoy del autor de “Lo peor de todo”?

Una pequeña errata del experimento que ha perdurado  y que no quiero matar aún. Muchas cosas que se pierden y otras que se ganan; siempre he pensado que crecer no es mejorar, crecer es cambiar. A veces cuanto más grande es la vela, como en la vejez, por ejemplo, el viento se hace más pequeño. Y viceversa.

No hay fórmulas

 No, pero ocurre que lo que ganas es sabiduría lo puedes perder en entusiasmo y valentía, te vas dejando y ganando cosas por el camino.
… Como director hay que ser el capitán del barco; en tanto, los escritores, que somos tipos bastante raros, ya no podemos ver lo que sucede de otro sucede de otro modo que no sea algo como comentable, somos náufragos tomando notas sobre un naufragio, y con la vejez nos vamos alejando cada vez más. 

¿De qué?

De lo que sea que la gente llama la vida. A mí me parece que la vida es todo lo que no somos nosotros. Tres señoritas hermosas en la mesa del lado. Eso es la vida. Los huracanes, las piernas de esta chica –gira la vista y centra su atención en una de nuestras vecinas-. Todo lo que no puedes controlar. 

Cine v/s Literatura: ¿Dónde te sientes más cómodo como narrador?, ¿En el cine o en la literatura? 

Hombre, con más libertad en la novela. Es que como escritor siento que no debo responder ni a un género ni a un éxito previo ni que mi nombre me lleva, lo que. Por otro lado, es una forma de responsabilidad. En el cine, en cambio, debo responder a un sistema de producción, que yo mismo me impongo, ya que hay que hacer las cosas bien en un determinado margen.

… Como director hay que ser el capitán del barco; en tanto, los escritores, que somos tipos bastante raros, ya no podemos ver lo que sucede de otro sucede de otro modo que no sea algo como comentable, somos náufragos tomando notas sobre un naufragio, y con la vejez nos vamos alejando cada vez más. 

¿De qué?

De lo que sea que la gente llama la vida. A mí me parece que la vida es todo lo que no somos nosotros. Tres señoritas hermosas en la mesa del lado. Eso es la vida. Los huracanes, las piernas de esta chica –gira la vista y centra su atención en una de nuestras vecinas-. Todo lo que no puedes controlar.  

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